La naturaleza, la gran fuente de inspiración para la innovación tecnológica

La naturaleza ha sido desde siempre para los humanos una fuente de inspiración para diseñar nuevas tecnologías. Esto se debe a que tiene la ventaja de la antigüedad; lleva millones de años de ensayo y error, durante los que ha ido desarrollando soluciones para adaptarse a distintos desafíos. La naturaleza ha ido perfeccionando todo su “modelo tecnológico” a través de la selección natural. Por eso, es lógico que los humanos la tengamos como a esa “hermana mayor” a la que imitamos.

El conjunto de innovaciones que toman como referente a la naturaleza emulándola, recibe el nombre de diseño biomimético o bioinspiración. Podríamos definirlo como el empleo de fenómenos de la biología para la estimulación de la investigación de cualquier otra ciencia y/o tecnología, abarcando áreas de exploración interesantes y novedosas.

La capacidad humana para copiar a la naturaleza en la tecnología es cada vez más sofisticada. Aunque no es algo novedoso, puesto que esta ha llegado a inspirar algunas de las mejores creaciones del ser humano, desde trenes hasta edificios y el avión.

Pero cuatro animales han sido grandes inspiradores en la innovación tecnológica y como gracias a ellos, se han creado herramientas e instrumentos imprescindibles.

La navegación ha conseguido grandes avances gracias a tomar como referente a los murciélagos. Esta especie usa la ecolocalización para volar en plena oscuridad, emitiendo ondas sonoras a través de su boca y nariz, las cuales impactan en un objeto y produce ecos que vuelven a las orejas de los murciélagos. De esta forma, pueden determinar la ubicación de los objetos, su tamaño y su forma, creando una especie de mapa tridimensional de su entorno.

La tecnología se ha inspirado en los murciélagos para crear los sensores de los automóviles (en especial para los futuros coches autónomos) que identifican obstáculos al dar marcha atrás, por ejemplo. Estos sensores calculan la dirección y distancia emitiendo ondas de ultrasonido que se reflejan en los objetos que se encuentran en la trayectoria del automóvil, al igual que hacen los murciélagos.

También se están investigando tecnologías basadas en esta especie para mejorar la seguridad de las personas con visión reducida. Se instalarán sensores de ultrasonido en el cuerpo humano para que gracias a los sonidos pudieran moverse libremente y conocer la localización de cada objeto, al igual que hacen los murciélagos.

Los tiburones también han sido fuente de inspiración para la tecnología de los coches. Estos animales tienen dos aletas que les proporciona grandes ventajas aerodinámicas; entre ellas, la estabilidad en el giro y la eficacia en el movimiento recto.

Las aletas de tiburón se han instalado en el transporte motorizado. Un ejemplo son los coches de carreras, que utilizan estas aletas para reducir la turbulencia cuando alcanzan grandes velocidades, además de mejorar la estabilidad en las curvas. Pero no hace falta correr a 200km/h para beneficiarse de su uso. Los automóviles de fabricación en serie cuentan con una pequeña “aleta de tiburón” en el techo para la antena de la radio.

Los búhos también han inspirado a los medios de transporte. Las alas de estos pájaros actúan como un sistema de suspensión. Al modificar la posición, la forma y el ángulo reducen el efecto de la turbulencia durante el vuelo. Esta tecnología sirve al vuelo de los aviones para aumentar su eficacia; abriendo una mejora a los viajes aéreos… en especial sin turbulencias.

El pájaro carpintero es otra ave que han inspirado a ingenieros y tecnólogos. En especial en el diseño de herramientas. Estos pájaros golpean duras superficies de árboles para buscar comida, crear nidos o atraer a un compañero. Los martillos hidráulicos imitan la acción de los pájaros carpinteros llegando a frecuencias similares al martilleo de este animal.

El inconveniente de esta herramienta es el daño en las manos de los operarios, llegando a provocar entumecimiento permanente, y dolor en las manos y los brazos. Para evitarlo, se está estudiando cómo los pájaros carpinteros protegen sus cerebros de los impactos. Un estudio demostró que el cráneo de estos pájaros es mucho más duro de lo normal, y su lengua se envuelve alrededor de la parte posterior del cráneo y se ancla entre los ojos para proteger el cerebro.

Estas investigaciones están siendo de ayuda para crear el diseño de amortiguadores y dispositivos de control de vibraciones para proteger a los trabajadores de estos impactos. Aparte de la construcción, también ha servido de inspiración para los amortiguadores de edificios para protegerse de los terremotos.

Es evidente que una idea, un prototipo o un producto final siempre tiene detrás una fuente de inspiración para conseguir esa creación. La tecnología ha usado desde tiempos inmemorables la naturaleza para guiar sus innovaciones, usando las acciones de los seres vivos para crear objetos que hoy en día son de primera necesidad.

Por ello, siempre es importante fijarse en lo que ya se ha creado para poder mejorarlo o emplearlo en otros ámbitos. En conclusión, la inspiración es una gran oportunidad para inventores, emprendedores y empresas y se tiene que buscar en día a día. Nunca se sabe de dónde se sacará una idea que pueda cambiar el mundo. Que se lo digan a Artur Fischer con un invento rudimentario sobre el que montó un emporio

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