En Sherpa Tribe contamos con una relación estratégica con 42, la red de campus de programación más innovadores del mundo, a través de Fundación Telefónica. En estos campus de programación no hay docentes, ni clases ni horarios… y, sin embargo, los resultados de aprendizaje son espectaculares.
Y quizá te estés preguntando ‘pero ¿cómo se puede aprender en un sitio así?’ 😀 Así que en este artículo te contamos los secretos de esta metodología disruptiva que en Sherpa Tribe aplicamos y adaptamos a todas nuestras iniciativas del ámbito de la educación.
La idea fundamental detrás de esta metodología es que, para poder progresar en un mundo como el actual, que cambia a velocidad de vértigo y está totalmente digitalizado, las personas tenemos que desarrollar habilidades que nos permitan pensar, actuar y comunicarnos de manera creativa, aprovechando la potencia de los ordenadores.
Este enfoque se basa en cuatro elementos clave a los que Mitchel Resnick -director del Lifelong Kindergarten del MIT Media Lab- se refiere como las 4 P’s del aprendizaje creativo:
- Projects (proyectos). Las personas aprendemos mejor cuando trabajamos en proyectos significativos: generando nuevas ideas, diseñando prototipos, refinando de manera iterativa.
- Peers (pares). El aprendizaje florece como una actividad social, con personas compartiendo ideas, colaborando en proyectos y construyendo sobre el trabajo de otras personas.
- Passion (pasión). Cuando las personas trabajan en proyectos que les preocupan y sobre los que tienen interés, trabajan más duro y durante más tiempo, tratando de superar los retos que van surgiendo, por lo que se aprende más en el proceso.
- Play (juego). Aprender implica la experimentación lúdica: probar cosas nuevas, jugar con los materiales, probar los límites, asumir riesgos, repetir una y otra vez.
Estos cuatro aspectos son también protagonistas en los Campus 42, en los que el aprendizaje está absolutamente basado en proyectos. Como decíamos en la introducción, no existen clases ni tutorías, tan solo proyectos que los estudiantes deben resolver localizando y filtrando las fuentes de información que consideren necesarias para documentarse.
Estas fuentes de información suelen incluir a compañeros y compañeras que pueden tener más experiencia en un campo concreto. Como afirma Olivier Crouzet, responsable de pedagogía de 42, esta colaboración entre pares es esencial para su aprendizaje:
El hecho de hablar con sus pares, que se enfrentan a las mismas dificultades, les permite intercambiar puntos de vista y crear inteligencia colectiva, lo que les lleva a nuevas pistas que seguir, hipótesis que probar.
Pero además, una vez se termina un proyecto, son de nuevo estudiantes quienes realizan la evaluación para determinar si el resultado es bueno o si se tiene que empezar de nuevo.
Por otra parte, toda la experiencia se encuentra muy gamificada, de manera que los estudiantes parecen encontrarse inmersos en un videojuego, con niveles que superar, puntos que conseguir, y vidas que salvar.
Así, los desafíos que plantean los proyectos, la colaboración entre pares y los elementos de gamificación se combinan buscando un equilibrio entre la motivación intrínseca y la extrínseca.
Bueno, pero ¿qué ocurre con la pasión? Este ingrediente fundamental se consigue al ofrecer nuevas experiencias formativas que complementan los proyectos del currículo y que permiten que cada persona participe en iniciativas cercanas a sus intereses. La clave en este sentido es apoyarse en la propia diversidad de estudiantes que forman la comunidad de aprendizaje de modo que cada persona pueda encontrar campos en los que aplicar todo lo que lleva ya en su mochila, así como lo que están aprendiendo en el propio campus, para crear soluciones a problemas con los que realmente se encuentre conectada e interesada.
¿Y este enfoque realmente funciona?
Una prueba de ello es que la red internacional de Campus 42 no para de crecer, estando formada por más de cincuenta campus presentes en más de treinta países, superando ya los veinte mil estudiantes a nivel global. Y su metodología es tan exitosa que, por tercer año consecutivo, han sido incluidos en el TOP 10 de las universidades más innovadoras del mundo, según el ranking elaborado por WURI.