El aprendizaje entre pares se refiere al uso de estrategias de enseñanza y aprendizaje en las que las personas aprenden unas de otras y unas con otras sin la intervención inmediata de un docente. Es decir, que puede que exista personal docente que monitorice la actividad, o incluso que esta ocurra en su presencia, pero el personal no está directamente involucrado en la enseñanza.
Pensemos en cómo es el proceso que seguimos la mayor parte de las personas cuando necesitamos comprar un nuevo electrodoméstico para nuestra casa, por ejemplo. En general, no solemos matricularnos en un curso formal sobre electrodomésticos, simplemente buscamos información y apoyo de conocidos que pueden tener un equipamiento similar, leemos algún artículo o comparativa en una revista o una web, o incluso hacemos alguna consulta a personal técnico o comercial.
Y esto mismo nos sirve para la mayor parte de las cosas que hacemos en nuestro día a día, por lo que esta capacidad de aprender en colaboración con otras personas es una habilidad fundamental para nuestra vida personal y laboral. Y esta es una habilidad que se desarrolla con la práctica aprendiendo a cómo juzgar la exactitud y precisión de la información que recibimos de diferentes fuentes y cómo hacer uso de ella.
No obstante, el trabajo del equipo docente en el diseño riguroso de estas actividades de aprendizaje entre pares resulta fundamental para su éxito. Porque cuando estas actividades están bien diseñadas e implementadas se logran mejoras en ciertas habilidades que no son fácilmente alcanzables con otras estrategias de enseñanza y aprendizaje, como la capacidad de trabajar en equipo; la reflexión e investigación crítica; la comunicación y articulación de conocimiento; la gestión del aprendizaje; o la evaluación del aprendizaje propio y de los pares.
Pero, como todo en la vida, el aprendizaje entre pares no es perfecto ni es la panacea, y presenta también retos y dificultades. Quizá el más recurrente tiene que ver con la evaluación de los resultados de aprendizaje, que cuando no se realiza de manera apropiada puede llevar a situaciones de competición contraproducente entre estudiantes o en las que el potencial de esta práctica no se alcanza. Por tanto, la evaluación debe valorar las actividades de aprendizaje entre pares y reconocer el compromiso del alumnado, fomentando la autoevaluación y la propia evaluación entre pares.
En Sherpa Tribe somos especialistas en el diseño, implementación y evaluación de experiencias de aprendizaje entre pares aplicadas a todo tipo de iniciativas formativas. Un caso muy llamativo es el de Campus 42, que –como os contábamos en esta entrada anterior– lleva la idea del aprendizaje entre pares al extremo, puesto que no existen docentes ni clases, y toda la experiencia se basa en exclusiva en el aprendizaje y la evaluación entre pares. Así lo cuentan de primera mano los propios estudiantes de Campus 42 en Berlín:
Y es que, como afirma Olivier Crouzet, responsable de pedagogía en Campus 42, el objetivo fundamental detrás de esta metodología es que los aprendices:
desarrollen capacidades para resolver problemas, colaborar, adaptarse, ser creativos, organizarse y autoformarse. Estas cualidades son esenciales para desarrollar una mente ágil y enfrentarse a un futuro desconocido o, mejor aún, ser uno de los pioneros que lo inventen.
¿Te ayudamos a incorporar experiencias de aprendizaje entre pares en tus iniciativas formativas?
